12 de mayo de 2008

El sol y la luna

Tecuziztecatl y Nanahuatzin

"Cuatro días estuvieron allí reunidos los dioses alrededor del fogón divino .Estuvieron deliberando acerca de quien habría de arrojarse al fuego para convertirse en el astro que alumbra el día. Hubo dos candidatos: el arrogante Tecuciztecatl, “Señor de los caracoles”, y el modesto Nanahuatzin,”el bubosillo”.El primero de ellos buscando la solemnidad y la gloria, hizo ofrendas con espinas de oro y plumajes de quetzal. Nanahuatzin en cambio practicó su penitencia ritual, como la que más tarde habrían de adoptar los sacerdotes.Llego por fin el momento de la prueba. Tecuzistecatl se dispuso a lanzarse al fuego para convertirse en sol, a la vista de todos los dioses. Pero el arrogante Dios lo intento cuatro veces y otras tantas tuvo miedo a las brazas encendidas. Los dioses consideraron que era ya tiempo que el humilde Nanahuatzin probara a su vez. Nanahuatzin, escuchando la invitación de los Dioses cerro los ojos y se arrojo al fuego, en el que bien pronto se consumió. Al ver esto Tecuziztecatl, tardíamente se arrojo también al fuego. El humilde dios bubosillo que fue el primero en arder, apareció al fin convertido en sol. Tecuzistecatl temeroso y tardío, solo logro transformarse en la luna."






Nanahuatzin





Pero los dioses vieron que estaban separados, que estaban juntos los dos astros y un dios tomó un conejo y se lo abentó a la luna se parádolos.
Sin embargo vieron que no se movían y desidieron sacrificarse todos los dioses por los hombres y alfin se movieron los dos astros celestes.

6 de mayo de 2008

Resturación del hombre.

Y.......................ya creado de nuevo el sol y la tierra los dioses deciden restaurar al ser humano, pero especialmente se le concede esta tarea a Quetzalcóatl, y posteriormente de darles el alimento para vivir.

En una altigua leyenda se dice que Quetzalcóatl se ve en un viaje a la rejión de los muertos, que se llama mictlan en busca de los huesos presioso.

Pero Mictlantecutli, el señor del lugar de los muertos, le pone muchas dificultades para que no se los lleve pero Quetzalcóatl los toma y se va con ellos, pero Mictlantecutli les dice alos servidores dioses que hagan un hoyo y lo hicieron, donde Quetzalcóatl se cayó en el hoyo, se tropezó y lo espantaron las codornices. Cayó muerto y se esparcieron allí los huesos preciosos, que mordieron y royeron las codornices.
Resucita después, se aflige y dice a su nahual, que que hace y el le responde que, la cosa salió mal, que resulte como sea.


Los recoge, los junta, hace un lío con ellos, que luego llevó a Tamoanchan. Donde los muele Quilaztli, poniéndolos en un barreño precioso, que despues Quetzalcóatl sangra su mienbro sobre los huesos molidos.


En ese momento los dioses (Apantecuhtli, Huictlolinqui, Tepanquizqui, Tlallamánac, Tzontémoc y el sexto de ellos Quetzalcóatl y dijeron: "Han nacido, oh dioses, los macehuales (los merecidos por la penitencia). Porque, por nosotros hicieron penitencia.


Ya restaurados los macehuales, para poder vivir necesitaban alimentarse. Y como ya se mencionó Quetzalcóatl es el responsable de conseguir el alimento para los mismos. Va en busca del maíz, que este lo poseía la hormiga negra, pero despues derrotada por él mismo lo lleva y guía hasta el Tonacatépetl, que significa "monte de nuestro sustento" osea el maíz.


Ya ahí Quetzalcóatl obtuvo el maíz y se los da a probar alos dioses y le pone maíz en la boca de los primeros hombres que estos fueron: Oxomoco y Cipactónal, antigua pareja de seres humanos, cultivadores del maíz para que comiéndolo "se hagan fuertes".


Y... así tenemos la restauración del hombre y el alimento para que pueda vivir, gracias a Quetzalcoatl, según el pensamiento indígena.












El principe Quetzalcóatl.

Cuatro tierras y cuatro soles.

Para el pensamiento indigena, el mundo ya ha existido varias veces.

Que para entonces ya eran cuatro tierras y cuatro soles las que ya han existido, a estas etapas fueron nombradas por los antiguos mexicanos "soles", en cada sol o etapa surgian nuevas formas de vida y de alimento pero mejorados.

Lo que caracterisa a estas edades son las cuatro fuerzas primordiales, el agua, la tierra, el fuego y el viento, que fueron pasando una por una hasta llegar ala quinta época designada la del "Sol de movimiento".

Los primeros hombres eran de ceniza, que el agua terminó con ellos, convirtiéndolos en peces.

Los segundos hombres eran gigantes pero cuando se caían nunca se levantaban, se caían para siempre, y hací terminón la segunda etapa.


Los hombres de la tercera, que en ese entonces el sol de ellos les llovió fuego y piedresillas lo cual fueron convertidos en guajolotes.



Y los del cuerto sol no fuenron convertidos sino que se fueron a vivir a los montes trans formandose en tlacaozomatin, hombres-mono.





La quinta edad en que vivimos nace en Teotihuacan que de ella sabemos habrá movimientos de tierra y habrá hambrey así pereceremos, pues cada sol acaba con un cataclismo.

Ya creado el quiento sol los dioces se preocuparon por restaurar alos humanos.

Los Aztecas contaban esto así:

«Hicieron luego el fuego, y hecho, hicieron medio sol, el cual, por no ser entero, no relumbraba mucho, sino poco. Luego hiciron a un hombre y a una mujer: al hombre le dijeron Uxumuco y a la mujer Cipactonal. Y mandáronles que labrasen la tierra; y a ella que hilase y tejiese. Y que de ellos nacerían los macehuales, y que no holgasen, sino que siempre trabajasen. Y a ella le dieron los dioses ciertos granos de maíz, para que con ellos curase y usase de adivinanzas y hechicerías, y así lo usan hoy en día de hacer las mujeres.»

Tenían numerosos dioses:




Coatlicue, la diosa de la tierra.















Huitzilopochtli, el dios de la guerra.

Frecuentemente aparece en la poesía Ipalnemoani (por quien se vive), la fuerza suprema.
Cada aspecto de la vida sexual estaba asociado a un dios diferente. Así, Xochipilli era el dios de las flores, del amor, de la fertilidad y de las relaciones sexuales ilícitas; al igual que su esposa, la diosa Xochiquétzal, quien, además era protectora de la prostitución (que como se ha dicho antes, era lícita).

Por su parte, Tlazoltéotl era la diosa del placer, la voluptuosidad, la fecundidad y la fertilidad. Ella protegía a las parturientas, a las parteras, a los hechiceros relacionados con el mundo amoroso y a los hombres de intensa actividad sexual.





Cada fenómeno atmosférico también era asociado a un dios: a Tlaloc las lluvias, a Quetzalcóatl Ehecatl los vientos.




Según los aztecas sólo se vive una vez, y la vida esta llena tanto de sufrimiento como de alegría y la única manera de perdurar tras la muerte es alcanzar la fama, si bien la propia fama desaparece cuando los mueren los que recuerdan al difunto.